Estas ganas de escribir que no saben qué decir me fastidian, es como que todo el tiempo están pidiendo espacio para decir algo que no empiezan por saber qué es. No entiendo porqué no dejan de querer a salir a unir letras en consecuencia de un texto que mientras se hace no sabe a dónde va. Todo el tiempo estoy tratando de controlarlas, de decirles que paren de atesorar cada espasmo del mundo en la comprobación de algún sentido, intento decirles que cesen de reducir la obsesiva deconstrucción a una mera definición, pero no puedo, su poder es tan grande como el mío, porque siendo el mismo se retroalimenta y no deja de tipear, esa "yo" que maneja ahora la verborragia de mis dedos está totalmente ajena a mi intención de encontrar un fundamento justo para romper el silencio; quiere gritar, sólo que puede gritar.
La excesiva cordura puede hacernos mal
si nos atenemos al diccionario.
si nos atenemos al diccionario.