De alguna manera nunca entendí el tema de las fronteras, no sólo porque son invisibles e independientes de parámetros racionales, también porque me resultan incoherentes con la unidad del planeta y las idénticas dependencias de nuestra especie... No es que no entienda la ambición de poder y el despliegue de la soberanía, tampoco desconozco el "valor" de las conquistas, ni me desentiendo restándole importancia al intercambio... Menos le quito relevancia a la ignorancia... Aún así no comprendo al tipo que entendió que una ficta división pudiera homogeneizar la homogeneidad que no hay y desterrar la que sí. La segregación estratégica para pocos, en desmedro de casi todos, sigue siendo la prima respuesta de cualquiera al que indago sobre límites espaciales. El status quo es siempre la respuesta más fácil -lamento-, aceptar lo que hay es más sencillo que pensar qué hacer, aceptar el límite es {para otros a los que no envidio} más fácil que cuestionar la libertad...
No es que me preocupen los gobernantes, son los gobernados los que me desilusionan.